EL MAESTRO Los dioses del monte Olimpo después de crear la tierra y el hombre, los pájaros y los animales, las criaturas del mar, las plantas y las flores y todos los seres vivientes, dejaron una sola cosa por hacer y fue esconder el secreto de la vida donde no fuese encontrado por nadie hasta que el hombre hubiese crecido y evolucionado en inteligencia y estuviese preparado para conocerlo.
En el año 23 del reinado de Zhao, Lao Tsé entendió que la guerra terminaría por destruir el lugar donde vivía. Como había pasado años meditando sobre la esencia de la vida, era plenamente consciente de que, en determinados momentos, ante todo hay que ser práctico. Así que tomó la decisión más sencilla: mudarse. .
Tomó sus escasas pertenencias y se marchó en dirección a Han Keou. A las puertas de la ciudad se encontró con un centinela. .¿Adónde se dirige tan importante sabio? preguntó el centinela. .Lejos de la guerra. .No podéis partir así. Quiero saber qué aprendisteis en tantos años de meditación. Sólo os dejaré marchar si compartís conmigo lo que sabéis. .
Con el único fin de librarse del centinela, allí mismo escribió Lao Tsé un pequeño libro, cuya única copia le entregó. Después continuó su viaje, y nunca más volvió a oírse hablar de él.
El texto de Lao Tsé fue copiado y vuelto a copiar, atravesó siglos, atravesó milenios, hasta llegar a nuestros días.
Se llama Tao Te Ching, está publicado en español por varias editoriales, y es una lectura imprescindible. .He aquí algunos fragmentos:
Sabio es el que conoce a los demás.
Iluminado, el que se conoce a sí mismo.
Fuerte es el que vence a los otros,
Poderoso, el que se vence a sí mismo.
Rico es el que conoce la alegría,
Hombre de voluntad, el que se mantiene en su camino.
Sé humilde, y permanecerás íntegro.
Inclínate, y permanecerás recto --------------------------------------------
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-Maestro, ¿qué hacía ahí sentado? ¿Meditando?
-Estaba vaciando mi mente de impurezas, de distracciones.
-Y eso, ¿cómo se consigue?
-Contemplo la naturaleza de las cosas tal como son.
-¿Así es como consigue controlar su cólera?
-Así es como intuyo en todos los aspectos de la vida un cierto sentido de paz.
-El mundo en que vives es solamente agua y peces. Hay doce peces, doce mundos.
-Maestro, Sólo hay un mundo.
-Muchos: el que tú ves, el que veo yo… el de cada uno. El mundo en que vives es misterioso, excitante, desconocido. El mío es viejo, familiar y tranquilo. Nunca conocerás mi mundo, ni yo el tuyo.
-¿Nunca?
-¿Puedes ver con mis ojos? ¿Pensar con mi cerebro?
-Pero, maestro, usted es uno con la naturaleza, igual que yo.
-Somos uno en verdad, pero no somos idénticos. Cuantos seres vivos existen poseen mundos diferentes.
No te consideres el centro del universo: sabio, recto y bello. Busca, en cambio, la sabiduría, la rectitud y la belleza para honrarlas en todo lugar.
En el templo de Shaolin hay tres clases de hombres: estudiantes, discípulos y maestros.
El desarrollo de la mente sólo se consigue cuando el cuerpo ha sido disciplinado. Para lograr esto nuestros antepasados nos enseñaron a imitar a las criaturas de Dios: de la grulla aprendemos la gracia y aprendemos a dominarnos. La serpiente nos enseña su flexibilidad y movimientos rítmicos. El águila su velocidad y paciencia. Del magnífico tigre aprendemos tenacidad y poderío. Y del dragón, aprendemos cabalgar sobre el viento.
Todas las criaturas insignificantes e importantes forman parte de la naturaleza. Si nosotros perseveramos, todas pueden enseñarnos sus virtudes. Entre la frágil belleza de la grulla blanca y la fuerza del dragón alado no hay discordia. Entre la flexibilidad silenciosa de la serpiente y las garras del águila sólo hay armonía, ya que los elementos de la naturaleza no pueden entrar en conflicto. Por eso cuando logramos comprender el orden de la naturaleza, eliminamos el conflicto dentro de nosotros y descubrimos la armonía del cuerpo y la mente en el movimiento continuo del universo. Comprender un sistema tal vez nos lleve casi una vida…
Los viejos sabios enseñaban a los jóvenes a no estudiar duro un día y aflojar durante los siguientes diez. En otras palabras, creían en la importancia de ser estricto con uno mismo y no haraganear ni distraerse.
Durante el último periodo de la Dinastía Jin, el famoso poeta Tao Yuanming (365-427) fue un noble y brillante erudito. Un día se cruzó con un joven que necesitaba un consejo.
- “Tao Yuanming yo lo admiro porque usted es muy brillante. ¿Me puede decir la mejor manera de aprender?”
El poeta simplemente respondió
- “Si trabajas duro, progresarás; si aflojas, te quedarás atrás. No hay otra manera”.
El poeta tomó del brazo al estudiante y lo guió hasta un campo. Cuando llegaron le señaló un pequeño brote…
- “Mira atentamente, ¿puedes ver cómo crece?”
El joven observó durante mucho tiempo y dijo…
- “No lo puedo ver crecer”.
Tao Yuanming replicó:
- “¿Estas seguro?
- Entonces, ¿cómo puede un pequeño brote llegar a ser tan alto y fuerte? De hecho, aunque no podemos verlo con nuestros ojos, está creciendo a cada momento. Cuando aprendemos es el mismo principio, nuestro conocimiento se acumula poco a poco y a veces ni siquiera lo sientes, pero si lo haces constantemente harás un gran progreso. Es como el viejo refrán que dice ‘lee el libro cien veces, y naturalmente comprenderás su significado”.
Siguieron camino y Tao Yuanming encontró una piedra para afilar cuchillos junto al arroyo.
- “¿Por qué está el lado cóncavo de la piedra desgastado como una silla de montar?” preguntó al joven.
- “Es porque la gente la usa para afilar cuchillos día tras día”, respondió sencillamente, pero el viejo sabio volvió a interrogarlo.
- “Entonces ¿en qué día exactamente le hicieron tomar esa forma?”
El joven desconcertado sacudió la cabeza y, al no conseguir respuesta, Tao Yuanmin lo ayudó a reflexionar:
- “Los agricultores la han utilizado día tras día. Con el aprendizaje sucede lo mismo, si estudias constantemente, un día, sin saberlo, darás forma a tu conocimiento”.
El joven finalmente comprendió y agradeció sus enseñanzas al poeta.
Tao Yuanming apuntó lo aprendido para que lo recuerde siempre:
“Aprender con diligencia es como un brote en primavera, crece aunque no podamos ver a diario su crecimiento. Aflojar es como no usar el cuchillo en la piedra, uno no formará su conocimiento si no estudia regularmente”.
Seiscientos años antes durante la Dinastía Han, ya el famoso historiador Gu Ye Wang hablaba de la importancia de ser constante en el estudio. Su conocimiento abarcaba extensos campos y por ello muchas personas acudían diariamente a él para hacerle preguntas. Una vez, el hijo de un amigo fue a visitarlo y le presentó su inquietud.
Xuan Hou dijo,
- “Usted ha leído muchas escrituras, quiero preguntarle si hay algún atajo en el estudio”. Después de pensar por un momento Gu Ye Wang, apuntando a un frondoso árbol, le indicó al joven:
- “Si quieres conocer el atajo, es necesario que te fijes en ese árbol”.
Xuan Hou miró el árbol de arriba abajo tres veces pero no pudo encontrar nada inusual.
- “Estoy demasiado confundido para ver cualquier cosa. Por favor, guíeme”.
Gu Ye Wang aceptó ayudarlo un poco.
- “Con su sistema de raíces, el árbol puede crecer alto y fuerte. Con su espeso y firme tronco, el árbol puede tener hojas gruesas. Solo con un objetivo noble y una firme creencia puede tener uno un futuro brillante. Toma el árbol a modo de ejemplo: el árbol crece progresivamente, un anillo cada año. Uno tiene que ser diligente, dar un paso adelante cada vez. Esa es la clave”.
Desde entonces Hou Xuan se calmó para estudiar y paso a paso mejoró rápidamente. Sus amigos le decían,
- “Conoces tan bien esos libros que podrías recitarlos de atrás hacia delante. ¿Por qué sigues leyéndolos?”
Xuan Hou, recordando las palabras de Gu Yan Wang, contestaba
- “No hay atajos en el estudio. Uno tiene que dar un paso cada vez. Todavía no me he iluminado a muchos de los principios y profundos significados de estos libros. Por lo tanto, necesito revisarlos para aprender algo nuevo cada vez”.
Los dioses discutieron una y otra vez sobre el lugar donde iban a esconder el secreto de la vida. Uno de ellos dijo:
-Escondámoslo en la montaña más alta donde el hombre no pueda encontrarlo.
Pero otro le replicó:
-Hemos creado un hombre con una insaciable curiosidad y ambición y llegará el día en que escale incluso la montaña más alta».
Entonces uno sugirió que debían esconder el secreto de la vida en lo más profundo del mar. Sobre esto, otro comentó:
-Hemos creado un hombre con una ilimitada imaginación y un ardiente deseo de explorar el mundo; así que, más tarde o más temprano, el hombre llegará incluso a las profundidades del más grande de los océanos.
Por último, uno de los dioses dio con la solución.
-Escondamos el secreto de la vida en el último lugar donde el hombre miraría, en un lugar al que solo llegaría después de agotar todas las otras posibilidades y cuando ya estuviese preparado para saberlo.
-Y, ¿cuál es ese lugar?, -preguntaron los otros dioses.
A lo que el primer dios respondió:
-Lo esconderemos en lo más profundo del corazón humano.
Y así lo hicieron.
Anonimo
Cuando tú encuentres el camino
Otros te encontrarán a ti
Al pasar por el camino
Serás atraídos hasta tu puerta
Y el camino que no puede oírse
Resonará en tu voz
Y el camino que no puede verse
Se reflejará en tus ojos.
Lao Tsé
MENTE Y PENSAMIENTO
Todo lo que nos rodea, sea bueno o malo, nació del pensamiento de una persona y se desarrolló en la mente de muchas otras.
Nuestros pensamientos son muy poderosos y pueden llevarnos al triunfo como al fracaso.
La manera en que nos trata el mundo se corresponde con la forma en que nos tratamos a nosotros mismos.
Es fundamental tener pensamientos positivos de manera que la felicidad sea algo natural para nosotros.
La felicidad no es una meta sino un camino que recorremos todos los días de nuestra vida y nuestros pensamientos son los que determinan el grado de alegría que nos acompañará en ese sendero.
Elias Benzadon
FORTALECER LA MENTE
Nuestra mente subconsciente es una recopilación de todo lo que pensamos. Y los pensamientos más corrientes crean los comportamientos subconscientes más arraigados.
Para comprender mejor cómo funciona el pensamiento positivo necesitamos una imagen de nuestro subconsciente. Imagina tu cerebro como si fuese una nuez grande dividida en dos mitades, la superior y la inferior.
La mitad superior es la mente consciente, la que contiene tus pensamientos instantáneos.
La mitad inferior es el subconsciente. En él residen los diversos programas innatos que necesitas para vivir, como la respiración y la digestión, así como otros programas que has creado tú, como caminar y hablar.
Imagina ahora que estás aprendiendo a conducir. Cada vez que te acercas a un cruce pones en marcha un pensamiento consciente de la «parte alta» de tu cerebro:
-Levanta el pie derecho, desplázalo unos doce centímetros a la izquierda, pisa el pedal de manera suave y progresiva.
Durante varios meses tendrás ese pensamiento consciente hasta que se haya implantado el programa automático, con el que frenas sin detenerte a pensar en los movimientos necesarios.
Ese programa de frenado quedó establecido en la mitad inferior de tu cerebro, el subconsciente. Tienes ahora un nuevo programa subconsciente.
Esto explica cómo el automovilista avezado, cuando llega a casa después de conducir durante cinco horas, ni siquiera recuerda lo que ha hecho. El subconsciente hizo todo el trabajo.
Todo pensamiento consciente repetido durante una temporada, se convierte en un programa.
Por tanto, ¿qué ocurre cuando has pensado conscientemente durante una serie de años «soy un pobretón»? Sin pretenderlo siquiera, te has implantado un programa automático. Conseguirás arruinarte sin el menor esfuerzo.
¿Cómo encaja esto con el pensamiento positivo? Muy fácil. Tenemos unos 50.000 pensamientos al día. De éstos, para la mayoría de nosotros casi todos son negativos:
-Estoy gordo. Estoy perdiendo memoria. No tengo dinero para pagar mis facturas. Nada de lo que intento me sale bien.
Siendo así que casi todos nuestros pensamientos tienen signo negativo, ¿qué clase de comportamiento subconsciente va a establecerse? Un comportamiento predominantemente negativo. De esta manera saboteamos nuestra vida y nuestra salud, sin darnos apenas cuenta de que lo hacemos.
Por eso muchos se preguntan cómo han llegado a encontrarse mal, cuando son ellos mismos quienes han creado las pautas automáticas con sus pensamientos reiterados.
Lo mismo que nos programamos para conducir un coche sin pensarlo, también lo hacemos para llegar con retraso a todas partes. Luego echamos la culpa a la Providencia.Pero ahora viene la buena noticia.
Una vez que has entendido cómo funcionan los esquemas subconscientes, te das cuenta de que nadie tiene por qué ser un perdedor. Tu porvenir depende de tus pensamientos conscientes. Conforme te pones a disciplinar tu mente, los nuevos pensamientos conscientes crean nuevos programas subconscientes.
Del mismo modo que implantas una pauta subconsciente para conducir sin esfuerzo un coche, también es posible desarrollar una pauta subconsciente que te encamine al triunfo. Pero se necesita pensar de manera disciplinaday dedicar algún tiempo a ello.
Veamos lo que ocurre con Federico, que se ha apuntado a un cursillo de motivación y está a favor del pensamiento positivo.
-¡Voy a imprimir un nuevo rumbo a mi vida!-dice.
Antes del desayuno se sienta a escribir unos cuantos objetivos para la jornada:
-Conseguir un aumento, comprar un Rolls Royce, pujar por el Taj Mahal.
El resto de la semana lo pasa en su espiral negativa de costumbre. El viernes por la noche anuncia:
-Me parece que eso del pensamiento positivo no resulta.
A lo mejor ha pasado de 48.000 pensamientos negativos diarios a 47.500 y le extraña que aún no le haya tocado el gordo de la lotería, ni se haya curado su artritis, ni haya dejado de pelearse con su mujer.
Ser positivo un día a la semana no resulta. Fortalecer la mente se parece un poco a fortalecer el cuerpo. Si haces veinte flexiones y corres a contemplarte en el espejo no verás ninguna diferencia.
De manera similar, poca diferencia notaremos después de pensar positivamente por 24 horas. Pero disciplina tu mente durante varios días y verás cambios como no los conocen los asiduos de los gimnasios.
Limpiar nuestro pensamiento es tarea ardua, hercúlea. Sobre todo, porque sucede a menudo que estamos siendo negativos y no nos damos cuenta.
Si deseas chequear tu pensamiento, chequea tu vida. Tu prosperidad, tu felicidad, la calidad de tus relaciones e incluso tu salud reflejan tus pensamientos conscientes más habituales.
En dos palabras:
-Pienso así porque mi vida es un desastre-dice Federico
-Al contrario, Federico. Tu vida es un desastre porque piensas de esa manera.
El Centro Integral de Artes Internas, nace y está en la red desde el año 2005 con la finalidad de compartir y dar servicio a la comunidad. Nosotros si tenemos que ver absolutamente en todo, con todas aquellas instituciones, personas o asociaciones que quieran o soliciten nuestra colaboración. En la medida de nuestras modestas posibilidades, nos inspira y mueve un espíritu de difusión, promoción y servicio con las herramientas que tenemos. Creemos firmemente que lo importante no es saber mucho si no que hacer o que se hace con lo que se sabe. Nos mueven las iniciativas integrantes, las que suman, los caminos con corazón. Si estas en esta línea aquí tienes un sitio, un punto de encuentro.
Centro Integral de Artes Internas C.I.A.I.
Filosofia:
La palabra filosofía viene de dos palabras, "philo", que significa "amor" y "sophia" que significa "sabiduría". Por lo tanto la filosofía es el amor por la sabiduría o amor y sabiduría, ambos significados describen nuestro sentir perfectamente. En el camino en la búsqueda del conocimiento creemos que deberíamos tratar de desarrollar nuestra capacidad intelectual en su totalidad de modo que podamos tener claro entendimiento. También tratamos de cultivar amor y bondad de modo que podamos ser como un verdaderos amigos para todos los seres..
Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Lo que no se multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse.
Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a regañadientes, no hay energía detrás de nuestro acto de dar.
Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia. La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón.